En Chamula, cambiar religión se considera delito

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 10 de noviembre. Al indígena Miguel Hernández López el ''derecho'' de profesar la religión evangélica ''sólo'' le costó una multa de 5 mil pesos impuesta por las autoridades de San Juan Chamula, pasar dos días en la cárcel y la suspensión temporal de los servicios de agua y energía eléctrica.

Su familia no sabe si ha resultado caro o no que Hernández López haya decidido cambiar de la doctrina católica tradicionalista a la evangélica en un municipio como San juan Chamula, donde abundan historias de muertes, expulsiones y represión por ejercer la libertad de culto.

Su caso, según relatan familiares, tuvo como escenario el paraje Los Ranchos. El calvario se inició el lunes, cuando las autoridades comunitarias y sus vecinos, católicos tradicionalistas, llegaron a su casa para exigirle que abandonara el dogma protestante, que hacía poco había adoptado.

El tzotzil se negó y contestó que estaba dispuesto a todo por defender sus creencias. En represalia le cortaron los servicios de agua y energía eléctrica. Además lo llevaron a la cabecera municipal de San Juan Chamula, donde lo pusieron a disposición del juez de paz y conciliación indígena, Mariano Hernández Hernández, quien lo encarceló por el ''delito'' de cambiar de religión.

Ante las exigencias de sus parientes, el indígena fue liberado este miércoles luego de permanecer dos días en la cárcel, previo pago de una ''multa'' de 5 mil pesos.

Sin embargo, por carecer de dinero Miguel Hernández tuvo que firmar un pagaré que deberá finiquitar a más tardar el 27 de noviembre.

''No tenemos dinero. Vamos a tener que pedir prestado para pagar y evitar que los católicos nos agredan o nos expulsen de la comunidad'', dijeron los familiares de Hernández López, quienes afirmaron que aun con las presiones éste no renunciará a la religión evangélica, pues ''ya no quiere ser católico tradicionalista''.

Cuando pague los 5 mil pesos Hernández López tendrá derecho a recibir los servicios básicos con que cuentan sus vecinos tradicionalistas y a practicar su nueva doctrina.

En las últimas tres décadas miles de indígenas evangélicos y católicos pertenecientes a la diócesis de San Cristóbal -sobre todo cuando la encabezaba el obispo Samuel Ruiz García- fueron expulsados de San Juan Chamula, otros asesinados o presionados para que regresaran al tradicionalismo, con el argumento de que no pertenecer al Partido Revolucionario Institucional o dejar el catolicismo era ''perder las tradiciones''.

Desde 1994, cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas, las agresiones en contra de los protestantes disminuyeron, pero en algunas comunidades persisten, como en Los Ranchos, donde el ''derecho'' a cambiar de religión cuesta 5 mil pesos. En otros parajes el precio puede ser mayor.


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